Empecé a ver la serie Yamato 2199 sin mucha fe ante esa mezcla naval-espacial. Como fan de Star Trek, soy suspicaz ante la posibilidad de encontrar series de esta temática que me convenzan.
El 1º episodio (ver vídeo al final de esta entrada) no me convenció. De hecho, creí que mis temores se confirmaban: batallas navales en el espacio con un trasfondo político, una cadena de mando, algún oficial joven y rebelde... ¡pero me faltaba algo que realmente me apasionara! Poco importan esos tremendos efectos especiales de la excelente animación digital si no notas ese pellizco que te da en las tripas.
Pero luego seguí y descubrí... ¡una serie alucinante que recomiendo!
Los personajes de la tripulación, esos protagonistas del puente de mando, empiezan a coger su propio peso específico. Esto ya no es un deambular por las estrellas en una partida de marcianitos magnificada. Esto empieza a tener el mismo efecto que causó en mí la serie The Expanse. El mismo efecto de la levadura en el horno donde se cuece el pastel.
A la hora de escribir estas líneas, he visto cuatro episodios, y la saga promete, y mucho. No solo por el objetivo general planteado, sino porque cada episodio es una aventura, palabra que solo empleo cuando quiero describir una historia con una sonrisa de satisfacción.
Por lo visto, en algunos países la serie se retituló como Star Blazers. Para que no haya confusión posible, también he incluido una portada bastante representativa donde aparece tanto ese título como el original: Space Battleship Yamato 2199.
Por lo visto, en algunos países la serie se retituló como Star Blazers. Para que no haya confusión posible, también he incluido una portada bastante representativa donde aparece tanto ese título como el original: Space Battleship Yamato 2199.
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