lunes, 18 de agosto de 2025

Superman en Novaro - Lois Lane: Quien bien te quiere...


Cuando pienso en las nuevas generaciones y el concepto que tienen de Lois Lane, me pregunto qué cara pondrán ante ciertos episodios que recuerdo de mi etapa de lector ante los cómics de Novaro.

Aquí pongo ejemplos de situaciones que a saber cómo se aceptarían hoy en día, si bien la primera es para dejar claro que la intrépida reportera empecinada en descubrir la identidad secreta estaba siempre por encima de cualquier enamoramiento.

El día que Lois adquirió visión de rayos de kryptonita se quedó grabado en mi memoria pues era absurdo. ¿Por qué no miraba hacia otro sitio mientras encontraban la cura? Pues no: ella no podía evitar clavar su mirada en el Hombre de Acero.

El episodio de los lentes mágicos permitía a Lois ver a una persona como un animal representativo del talante de la persona. ¿Y qué le apetece a ella? Buscar a Clark Kent para ver qué animales los representan a través del cristal mágico en una clara alusión a un nuevo episodio de «Lois, la amenaza de la identidad secreta de Superman». Y yo me preguntaba, ¿cómo es posible que una reportera de un periódico de primera línea haga eso en lugar de intentar publicar una noticia en portada que la lleve al Pullitzer por encontrar semejante objeto mágico? Y es que eran tiempos en los que valía todo.

 


A continuación, otra de esas portadas que hoy serían inconcebibles con Lois encadenada a una farola, pero a su vez convertida en el detonante de un apocalipsis capaz de tumbar a Superman.
Eso sí, la esposas a una farola y el problema se termina.


Las dos portadas siguientes son de esas que tampoco olvidaré en la vida. En la primera a Lois le crece el cerebro de tal manera que se le pone un cabezón que ni los cabeciconos. Y claro, como así no es tan guapa, su única preocupación es que a Superman ya no le gusta, así que tendrá que conformarse con Bizarro.

La siguiente es una portada de esas que sabes que te van a hacer trampa y no va a suceder, pero también agradecías el guiño de los autores por enviarte el mensaje subliminar de que, efectivamente, Superman estaba hasta el moño de Lois y habría días que...


Y respecto a la portada anterior, su contrapartida: Lois se convierte es una especie de She-Hulk y, ¿qué es lo único que quiere hacer una Lois tipo Berserker?
Efectivamente: apalizar a Superman.


Está claro que eran otros tiempos y nada tiene que ver aquellas tardes de aventuras imposibles con lasa actuales sagas de «La casa de El» o «Absolute Superman».
Antes, las páginas del hijo de Krypton se ganaban a los lectores con unas aventuras absolutamente distintas. Y os aseguro que te pasabas horas mirando aquellas portadas tanto antes de empezar a leer la historia del interior, como una vez terminada.
 

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