lunes, 20 de diciembre de 2021

Cuando «Evil Dead» te provoca un ligero escalofrío... por otros motivos




 Corren las primeras horas de una soleada mañana de un 20 de diciembre de 2021.
Planifico mil tareas, entre las cuales está el dedicar uno de estos días de vacaciones a volcar ganas y esfuerzos a mi actual novela, con el rabillo del ojo puesto en cierta iniciativa con mis colegas de Kumite! (bueno, una iniciativa no: dos). La lista de tareas es considerable, por lo que el desaliento de que un día más, por hache o por be, no escriba ni un reglón, me toca las narices.

¿Y qué hago cuando algo me toca las narices? De un modo casi instintivo, le doy un vistazo a cuatro grupos de Telegram muy concretos. Descubro en uno de ellos, dedicado a temas de historia, que hoy es el aniversario de la muerte de uno de mis ídolos: Carl Sagan. 1996. Destaca la breve referencia tanto a la serie «Cosmos» como al proyecto SETI. Sonrío: son ya 25 años, y me acuerdo de mi profesor de química en tercero de BUP, en el Ramón Llull de Palma de Mallorca. Si yo era fan de Saga, la pasión de aquel profe era una pasada, y yo me sentía que era de los pocos que compartían esa pasión, que le llevaba a comentar incluso que la BSO de la serie de TV estaba compuesta por Vangelis. Siempre me quedé con las ganas de levantarme delante de quien fuera y decirle que yo compartía aquella admiración por «Cosmos». Pero la vergüenza me podía y ahí quedó el recuerdo.

Deambulo la vista por otras tantas curiosidades durante un minutos como mucho y, antes de cerrar la aplicación, me encuentro con una referencia a una publicación, un cómic de Evil Dead publicado por Dark Horse Comics con guión de Mark Verheiden y un alucinante dibujo de John Bolton, pero no como los complementos que realizaba para la antigua colección «Classic X-Men», sino al estilo pictórico que tanto impacta y del que poco me enrollaré, pues ya he puesto alguna imagen complementando estas líneas.

Por una parte, el ver el nombre de Verheiden me despierta una sonrisa y un recuerdo. Trabajaba por aquel entonces en una editorial del paseo de San Juan, en Barcelona, y cuando recibí una carta manuscrita por el propio Verheiden en respuesta a una que le había enviado meses atrás (obviamente no existía ni Internet ni mucho menos los e-mails). Verheiden no solo era guionista, sino parte de la dirección editorial de Dark horse, una editorial que se lanzaba con comics de Aliens y Predator por primera vez, siempre que no contemos con la adaptación de Walter Simonson de la primera película, claro. Y el contenido de la carta fue el que me hizo tomar la determinación de que lo que yo quería no se encontraba en aquella editorial. Yo quería escribir.

Cuando apareció por primera vez la historia de «Evil Dead» con su guión y con los dibujos de John Bolton, yo descubrí esas páginas en la antigua sede de la Librería Gigamesh. Aquello era alucinante, y no entendía cómo era posible que John Bolton no hiciera muchísimas más obras como aquella.

Y hoy, al ver esa referencia a aquella historia, he sentido un escalofrío. Pero no por el realismo de esos terroríficos escenarios, sino por el motivo de la reedición en cartoné: 40 aniversario de su primera edición. ¿Han pasado de verdad cuatro décadas desde aquel día que ojeé y hojeé aquel cómic de importación?
Y, efectivamente, no me equivoco.

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