Tras mi generación, llegaron muchas más, algunas tan jóvenes como para haber nacido más allá del año 2000, y es fácil entender por qué Marvel Comics se ha convertido en una marca de éxito con personajes de éxito, pero sin la esencia del Universo Marvel que la engrandeció y que ahora se usa para grandes producciones cinematográficas.
Si tuviera que explicar a un nuevo y joven lector interesado en descubrir que significaba Marvel en sus tiempos, le invitaría a leer unos poco ejemplos. Obviamente uno de los puntos de arranque sería Los 4 Fantásticos de Lee y Kirby, así como Spiderman de John Romita Sr.
La lista se completaría con solo dos o tres lecturas más. No hace falta mucho más para captar aquella esencia.
Pero esta saga de Proyecto Pegaso protagonizada por la Cosa junto con Quasar y Goliat Negro /Hombre Gigante es uno de los ejemplos más perfectos de aquella lejana Marvel, con continuas referencias a otros números de otras colecciones, con intervenciones constantes de nuevos personajes y con una magia de superpoderes convertidos en aventura con la magia de dos de los lápices más representativos de aquellos tiempos: George Pérez y John Byrne.
Leí originalmente esta saga en blanco y negro, cuando lo publicó Ediciones Vértice en su día, y más tarde lo releí cuando Comics Fórum lo publicó en tomo. Hoy, a mediados de 2020, sigue siendo un placer sumergirme en estas páginas, tal como solemos hacer con aquellas viejas películas que apetece volver a ver.
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