jueves, 6 de enero de 2022

Informe de daños (07/01/2022) - Parte 1 - TEEN TITANS ACADEMY #10


Si hay algo que me toca mucho las narices es que tomen a los lectores por idiotas.

Este número es toda una serie de despropósitos capaz de dinamitar lo que es una de las pocas series que vale la pena seguir en el universo DC actual.

Y aunque te lo voy a explicar, no te preocupes porque no te desvelo la trama.

Uno de los personajes integrantes de la academia es Nevermore (Dane), un muchacho que recuerda a Ángel (el mutante Marvel) y que tiene ciertos conflictos del calibre de los de Magic (la mutantes de New Mutants y hermana de Coloso).

Para resolver sus conflictos, está en otro lugar junto con Red X —dejémoslo así por el momento, no es necesario dar más explicaciones.

Mientras, los Teen Titans debaten a ver qué hacen en reunión.

Y ya está. Nada más. Un guión de tres páginas convertido en 22 páginas de demagogia.

¿Sabes cuando en ciertas series termina el episodio y te ponen al final unas cuantas imágenes del próximo episodio mientras una voz en off dice con tono tremendo «y en el próximo episodio...»

Pues eso mismo es todo el cómic de enero 2022 de Teen Titans Academy. Una tomadura de pelo.


Pero un segundo, porque hay algo más que quiero añadir: si el guión de Tim Sheridan tenía lo suyo y enganchaba, la bofetada de este número no es solo que el guión brille por su ausencia en favor de lo que parece más un trailer del próximo episodio.

La doble bofetada viene por parte del dibujo. Acostumbrados a Rafa Sandoval y su excelente trabajo, aquí Rafa solo firma la portada del número. El interior lo dibujan Tom Derenick y Mike Norton, lo que me ha sentado como si le hubieran dejado las 22 páginas en blanco a un grupo de párvulos ávidos de usar su estuche de Plastidecor.


Lo que más me cabrea es que esta colección iba —¿va?— por buen rumbo, y este tipo de tropezones en las entregas mensuales suelen destrozar el éxito cosechado. Recuerdo en los ochenta como era de recibo pagar peaje una o dos veces al año con historias de interludio, con una historia autoconclusiva y un equipo artístico distinto antes de retomar el hilo en la trama principal. En Los Vengadores sucedía con cierta regularidad.

En las circunstancias actuales, se puede entender que no se recurra a una historia interludio, pero puestos a contratar a otro equipo creativo para cubrir esas entregas... ¿acaso no hay dibujantes mejores capaces de hacer un trabajo excelente? El propio Rafa Sandoval tiene una agenda de colegas que, encantados, habrían realizado esa tarea.

Y como no hay explicación que pueda justificar semejante despropósito, me cabreo y toco madera para que en el próximo número vuelva a ver el genial trabajo de Rafa Sandoval en la colección y este númro 10 quede en un mal sueño.

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