sábado, 15 de octubre de 2022

Informe de Daños - Batman #128 (2022)


 Cuarta parte de una saga de Batman —personaje y colección— que no ha terminado todavía. Y me apetece reseñarla, porque el guionista, Chip Zdarsky, me tiene cautivado. Y sobre todo por lo que comento al final, motivado por la innecesaria saga complemento que se inicia en este número de la serie.

La trama gira entorno a un nuevo villano emperrado en dar caza a Batman. Se llama Failsafe. Su nombre da también título a esta saga. Un villano no solo con cualidades atléticas y un traje similar al del murciélago. Su indumentaria tiene un montón de recursos tecnológicos. En resumidas cuentas, en las tres entregas anteriores deja ya patente que es un problema serio, incluso cuando Superman acude en ayuda de Batman. Es una especie de «Superbatman».

«Se llama Failsafe.
Su nombre da también título a esta saga.»

Y mientras el malo le da una paliza de muy señor mío a los buenos en la entrega anterior, ahora aparece en escena parte de la JLA, o como se deba llamar ahora: Green Arrow, Black Canary, Hawkgirl (Kendra Saunders), Martian Manhunter (J'onn J'onzz) y alguno más que me callaré.


Por supuesto, la bat familia no se queda atrás, y también intervienen en mayor o menos medida Batgirl. Nightwing —quien tendrá bastante protagonismo—, Oracle (Barbara Gordon) y The Signal. En cuanto a Tim Drake, el actual Robin tendrá un momento bastante especial con su padre, con quien no tiene precisamente la mejor relación del mundo.

«Tim Drake, tendrá un momento bastante especial con su padre...»

Este número podría ser uno más del montón, por supuesto, pero esta saga está narrada con una habilidad poco habitual en los últimos tiempos. Chip Zdarsky narra como nadie tanto a la hora de desgranar en lo visual, como en crear tramas con una progresión cautivadora para el lector, y es capaz de convertir algo tan simple cono lo que he descrito en una historia apasionante cuya saga sé que releeré.

Le acompaña al dibujo —y tinta— Jorge Jiménez, con color de Tomeu Morey. El resultado es perfecto y espectacular, lo que hace preguntarse por qué no será siempre así. ¿Para qué cambiar algo que funciona como un reloj suizo? Respuesta: Porque hay cabezas pensantes que, aunque los lectores digan lo contrario, saben mucho mejor lo que le conviene al lector. Y si este se cabrea, es porque no tiene la capacidad para comprender a una cabeza pensante de DC. Así nos va a los fieles lectores, ¿verdad?


«...hay cabezas pensantes que,
aunque los lectores digan lo contrario,
saben mucho mejor lo que le conviene al lector.»

Tras la magistral entrega teñida de acción, dos puntuales momentos dramáticos, una deliberación y un cliffhanger final, esta entrega se derrumba con el inicio de una nueva saga de historia complementaria. La leo porque el guionista es de nuevo Zdarsky, pero el dibujo es más un canto a otro concepto de narrativa gráfica que me aburre soberanamente y al que le doy cancha en ocasiones muy puntuales.


Este complemento es la primera parte de una nueva saga titulada «I am a gun». Soliloquios de Batman, un misterio y un Joker desdibujado son los ingredientes de esta sosa sopa de nada con dibujo de Leonardo Bastos Romero, que en su estilo no lo hace mal.

«...los fans la olvidarán muy rápido,
los no fans aclamarán sus virtudes incomprendidas...»

«I am a gun» cumplirá su cometido de complemento,  los fans la olvidarán muy rápido, los no fans aclamarán sus virtudes incomprendidas, e incluso podría recibir varios premios de calibre para que los primeros se sientan como unos idiotas y los segundos hinchen pecho, visitas y «me gustas» sus diversas plataformas intelectualoides. Ya ha pasado en el pasado, especialmente desde que desaparecieron las publicaciones tipo «El Cairo», «Vecu», «Super As» o «HelloBédé» y nació Internet, los foros y las Redes Sociales.

Seguiré sus entregas porque las meterán con calzador como complementos. Como cuando de pequeño te decían que te taparas la nariz para tragar la cucharada de jarabe amargo.

Pero el mes que viene, a quien espero impaciente de nuevo es al tándem Zdarsky-Jiménez.
Por supuesto.




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