miércoles, 12 de octubre de 2022

Informe de daños - New Fantastic Four (2022)


 Hace tiempo que hecho de menos a los Cuatro Fantásticos del universo Marvel. Con el paso de los años, sus aventuras se complicaron tanto sobre el papel y en los despachos editoriales, que terminaron por destruir al grupo.

Fue una lástima. Para mí siempre fueron una versión terrestre de la Enterprise. Exploradores de lo desconocido. El espíritu de Allan Quatermain y su afán por encontrar la ciudad de oro.  La aventura trasladada a la modernidad de la segunda mitad del siglo XX.

Pero se los cargaron. Y lo que son las grandes empresas al respecto: les importó tres pimientos.

Recuerdo con cariño esos 4F de Rafa Marín y Carlos Pacheco. Ahí estaba esa esencia —a pesar de Jeph Loeb—. Eso sí era una lectura acertada de la serie.

El caso es que hubo un tiempo en el que uno creía que los Cuatro Fantásticos serían eternos. ¿Y quién no ha pecado de iluso en alguna ocasión?


Al grano: cada mes los seguidores de la serie disfrutábamos aventura tras aventura. Y un buen día, bastante más allá del número trescientos de la serie —o sea, principios de los años noventa—, hubo una sorpresa inesperada en la serie. A los protagonistas les pasaba algo por lo que desaparecían, y cuatro superhéroes deciden tomar provisionalmente el relevo: Spider-Man, Ghost Rider, Hulk y Wolverine /Lobezno.

«Para mí siempre fueron una versión terrestre de la Enterprise. Exploradores de lo desconocido.»


Lo normal es que los lectores pusieran el grito en el cielo. Claro que no fueron tontos —no solían serlo en aquellos tiempos—. El guionista era Peter David y el dibujante Arthur Adams. Aquello debía ser la bomba. Era como un LA Lakers vs Boston Celtic de los de antaño. Y lo fue. Durante tres episodios, estos dos genios crearon una historia que quedó en la memoria. No plantearon situaciones de cambios cósmicos que modificarían al universo Marvel. Peter David creó lo que mejor sabe hacer: una historia divertida, entretenida, con personajes que saben dialogar, con momentos cómicos en el anticlímax perfecto a puntos de drama originales que solo pueden cocinarse en las neuronas del maestro David.


Y Arthur Adams, ¿qué decir de él? Era probablemente su mejor momento artístico y creativo. Y no ha perdido el pulso, pues en la nueva serie limitada de este 2022, es autor de las portadas.

«Aquello debía ser la bomba.
Era como un LA Lakers vs Boston Celtic de los de antaño. »

Y ya que lo menciono, vamos con la serie nueva. Se trata de una reunión de aquellos Cuatro Fantásticos eventuales de tres décadas atrás. Es un regalo a los nuevos lectores para que conozcan una nueva aventura en el mismo tono que su predecesora. Para los viejos lectores, será la sensación de creer que no han pasado treinta años.



Respecto al nuevo dibujante, Alan Robinson, es absolutamente perfecto. Tiene el mismo tono de Arthur Adams en cuanto a que se acerca a la zona caricaturesca, pero sin perder el aplomo del dibujo realista. Las expresiones de los personajes son geniales. Una historia como la de Peter David requiere de un dibujante así, Gestos acorde con los múltiples estados de ánimo, gestos y muecas son fundamentales para trasladar la esencia de la historia.
Esta serie limitada de cinco números es su mejor trabajo. Quien lo desee, puede comprobarlo dándose un paseo virtual por su página web: alanrobinsonart.com
Pero hacedlo luego, por favor, que aún quiero contar algo más. No tardaré mucho. Palabra.

«Si ahora escribiera una sinopsis de la misma,
me bastaría con dos líneas.
Quizá una.»

Voy con mi idolatrado escritor: Peter David crea una historia que bien podría rozar el absurdo por momentos. Pero no sé cómo lo consigue: me termina convenciendo. Crea una historia completamente ajena al presente el universo Marvel, enlaza con aquellos años noventa y nos da un paseo de cinco entregas que no puedes dejar de agradecer.



Si ahora escribiera una sinopsis de la misma, me bastaría con dos líneas. Quizá una. Sí, para los cinco números de la serie. Pero no importa. No se trata de la historia en sí, sino cómo se narra, los diálogos, el estilo en general, y la creación de un personaje que parece una recreación de Jessie, el predicador de DC Comics /Vertigo. Y me juego lo que sea a que no es coincidencia. Peter David es muy agudo para estas cosas.

No es el Hulk de David y Keown, ni el Spider-Man de la saga de Jean DeWolff.
Es más el Peter David de «Young Justice».
Porque para ir más allá de un agradecido homenaje al pasado, no basta con ser buen guionista.
Porque para hacer cosas grandes como las de antes, no basta con ser buen guionista.

ESO depende de las grandes empresas.
Y ESO les importa tres pimientos.

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